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Reflexiones y acciones de mi Patria DEMOCRACIA Y LIBERTAD
En entrevista publicada el pasado domingo, 5 de agosto, el Minis-
tro de Obras Públicas, Benjamín Colamarco, declaró: “No me arre-
piento de haber pertenecido a los Batallones de la Dignidad”, ocupé
esta posición para defender la plena integridad del territorio patrio,
el principio de no intervención, la independencia nacional, la Cons-
titución panameña y la carta de las Naciones Unidas, etc.
Este señor que causó tanto daño a los panameños tiene el cinismo
de hacer estas aseveraciones. Siempre recordaremos los atropellos a
la ciudadanía y el papel que jugaron en el saqueo organizado que se
dio durante la invasión estadounidense de 1989. ¿Cuáles son los actos
heroicos en los que participó el Sr. Colamarco? Lo más preocupante
es que tanto él como los civiles y militares responsables de las tortu-
ras, asesinatos y desapariciones ocurridas durante la dictadura mili-
tar no dan muestras de arrepentimiento ante los pecaminosos actos
de brutalidad cometidos contra los panameños que pacíficamente se
manifestaban contra los atropellos del régimen “norieguista”.
Ante estas declaraciones, me pregunto ¿cuántos más “batallone-
ros” y seguidores de Noriega se encuentran en la actualidad ocupan-
do importantes cargos en el Gobierno, y se sienten también satisfe-
chos de sus actuaciones pasadas y solo esperan la oportunidad de
regresar a sus andanzas de antaño?
No es de extrañar que Noriega, al igual Colamarco también se
sienta orgulloso de todo el mal, luto y dolor que le ocasionó a la so-
ciedad panameña.
De Noriega regresar a Panamá a “cumplir” sus condenas, dado
el muy cuestionable y corrupto sistema judicial panameño, no es de
extrañar que salga libre. De algo podemos estar seguros, su llegada
a Panamá causará gran intranquilidad, incertidumbre y desasosiego
al país. Nuestro país no se merece regresar a un pasado que Dios
quiera no tengamos que repetir. Las presentes y futuras generacio-
nes de panameños nunca nos lo perdonarán.
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