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VIDA GREMIAL Y EMPRESARIAL                         Reflexiones y acciones de mi Patria


               4. Hacer de la Asociación un organismo vigilante de la cosa pública,
               que se interese por la buena administración del Estado y sus depen-
               dencias e instar a sus asociados a prestar servicios públicos.

               5.  Fomentar la más clara comprensión de la interdependencia entre
               los sectores obreros y patronales, con base en el reconocimiento y
               respeto mutuo de sus derechos y deberes, a fin de lograr el mayor
               bienestar económico y social de todos.

                  Como huella de la historia, en 1976 la APEDE fue intervenida
               por el régimen militar de aquel entonces y varios de sus dirigentes
               fueron enviados al exilio por el único delito de criticar al gobierno y
               disentir de algunos artículos del Tratado del Canal de Panamá con
               los Estados Unidos. En ese entonces no existían partidos políticos y
               los gremios empresariales ocupaban el vacío existente.

                  El 11 de enero de 1976, por invitación de la Asociación de Agriculto-
               res y Ganaderos Chiricanos, asistimos algunos miembros de la direc-
               tiva de APEDE.  Por el solo hecho de hablar en respaldo de nuestros
               amigos chiricanos, varios de nuestros directores fueron exiliados. Esta
               fue la primera vez que se envió al exilio a empresarios y no a políticos,
               como había sucedido años atrás. No solo exiliaron a nuestros compa-
               ñeros directores, además nuestras oficinas fueron allanadas y muchos
               de sus enseres destruidos por funcionarios a órdenes de la dictadura.

                   Transcurridos tres años desde este bochornoso e injustificable
               incidente, la APEDE siguió preocupada por el estado del país.  Ha-
               bíamos luchado por nuestros principios democráticos y no quería-
               mos que el gobierno militar interviniera nuevamente en la organi-
               zación.  Entre los que tenían esa preocupación, estaba yo, que había
               participado en directivas anteriores y por ello, me reuní con varios
               amigos y socios que compartíamos la misma inquietud; todos llega-
               mos a la conclusión de que debíamos presentar una nómina para las
               elecciones gremiales que se avecinaban. Fuimos a la elección con la
               nómina “Ejecutivos frente al futuro”, formada por:




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