Page 240 - Reflexiones y Acciones de mi Patria-eBook
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MOMENTOS HISTÓRICOS                                Reflexiones y acciones de mi Patria


               autorizados para publicar esta carta abierta, en nombre de muchos
               panameños que se consideran verdaderos amigos de los Estados Uni-
               dos.  Nuestro grupo es una muestra representativa, extraída de todos
               los estratos de la sociedad panameña, cuyas opiniones, indudable-
               mente percibimos y que son compartidas por nuestros compatriotas y
               por muchos norteamericanos que viven y laboran con nosotros.

                  El sentido de la identificación con la gente de los Estados Unidos
               y sus ideales democráticos, es muy fuerte en nuestro país.  Desde la
               política el Buen Vecino de los años 1930, hasta la Alianza para el
               Progreso de los años 1960, estos ideales se han cimentado en las polí-
               ticas que han ganado nuestra admiración y respeto.


                  Por consiguiente, es difícil para nosotros, como ciudadanos jui-
               ciosos de Panamá, entender, por qué el Gobierno de los Estados Uni-
               dos ha adoptado ahora una línea dura con nuestro país, al rechazar
               un Acuerdo para la negociación de un Nuevo Tratado que reempla-
               zaría el nefasto convenio de 1903.  La desproporción del Tratado
               existente, no es un “descubrimiento” reciente.  Aún en 1903, el Se-
               cretario de Estado de los Estados Unidos, John Hay, al escribirle al
               Senador Spooner, reconoció la característica básica del Tratado en
               este comentario:

                  “Así  las  cosas,  ahora,  tan  pronto  vote  el  Senado,  tendremos  un
               Tratado fundamentalmente, muy satisfactorio, INMENSAMENTE
               VENTAJOSO PARA LOS ESTADOS UNIDOS, y debemos reco-
               nocer, con qué cara, NO TAN VENTAJOSO PARA PANAMÁ.  Si
               enmendamos el Tratado y lo devolvemos un día del próximo mes, ese
               período de entusiasmo unánime, que como dije a Cullom, surge sola-
               mente una vez en la vida de una revolución, habrá llegado a su fin, y
               habrán incursionado en el nuevo campo de la política y la polémica.
               TÚ Y YO SABEMOS DEMASIADO BIEN CUÁNTOS PUNTOS
               HAY EN ESTE TRATADO A LOS QUE PUEDE OBJETAR UN
               PATRIOTA PANAMEÑO…”




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